Debemos de conocer que cada persona es diferente, diferente contextura, color de piel, textura de la piel, etc. Asimismo existen también diferentes tipos de formas de rostros, pues a la hora de maquillarnos nos viene muy bien saber la forma de nuestro rostro y como corregir los pequeños detalles que nos molestan.
Rostro redondo:
Esta es una cara corta y ancha, de mejillas redondas. Es necesario estrecharla aplicándole colores oscuros a los lados. Además, hay que hacerla parecer un poco más larga, y dibujar las mejillas con tonos claros, para darle importancia al centro de la cara.
Un rostro redondo demanda hacer un delineado adicional, aplicando rubor en las mejillas y sombras más intensas en la línea del mentón.
Se aplica el fondo de maquillaje del mismo tono de la piel por todo el rostro, y en los laterales del rostro se extiende otro más oscuro para dar sensación de alargamiento.
El colorete se aplica justo en el centro del pómulo en forma de triángulo invertido, para estilizar al máximo el rostro y alargarlo cuanto se pueda.
Rostro Alargado:
Cuando la cara es estrecha y larga, se debe reducir la longitud aplicando colores oscuros en la frente y en la barbilla. Además, se debe resaltar el centro y los lados de la cara con colores más claros, para que parezca más ancha.
Se aplica el fondo de maquillaje del mismo tono de la piel por todo el rostro, y en la zona de la frente y la barbilla se aplica un tono más oscuro, difuminando ambos tonos. El colorete se aplica de forma muy horizontal.
Rostro ovalado:
Se busca resaltar al máximo la belleza natural, por lo que no requiere grandes cambios de forma.
En los rostros ovalados es importante aplicar el mismo fondo extendiéndolo en movimientos de alisado de centro del rostro hacia el exterior, difuminándolo muy bien hacia el cuello para que no haya cortes de textura ni de color.
A continuación aplica el colorete de una forma práctica y sencilla: sonríe y sobre el punto de mayor volumen y con la ayuda de una brocha aplica el colorete partiendo del centro del pómulo hacia la sien.
En un rostro ovalado se debe acentuar la estructura ósea, aplicando un poco de sombra natural sobre los pómulos y en la sien.
Rostro Triangular:
Es la cara muy ancha en la frente y más estrecha cada vez hacia la barbilla. Acá se debe reducir lo prominente de la frente y la barbilla con colores oscuros. Hay que dar la impresión de anchura resaltando los lados de la cara, en los labios y bajo los ojos, con colores claros.
Rostro Cuadrado:
Es una cara de forma muy angulosa, las mejillas marcadas y la frente ancha. En este caso se debe estrechar la frente y los ángulos del maxilar aplicando tonos oscuros a los lados, para redondear, y resaltar el centro de la cara con corrector más claro.
El efecto de los colores en los humanos ha sido estudiado por largo tiempo. Se le usa en tratamientos de spas en Alemania, en hospitales y otros edificios públicos y podemos usarlos en nuestra casa y nuestra ropa.
Tendiendo en cuenta el efecto psicológico que los colores ejercen, existe la siguiente división:
Colores cálidos: son aquellos colores que excitan la sensibilidad y sus tonos son:
verde, naranja, amarillos, café, terracota, dorado, beige, aceituna, bronce y marrón. El tono más representativo es el rojo.
Colores fríos: son colores que proporcionan sensación de calma y reposo. Los tonos son: fucsia, rosado, vino, tinto, beige, violetas, morados, lilas, celestes, azules y ciruelas. Su tono más característico es el azul.
Colores quebrados: son los llamados pastel, de los cuales el blanco forma una parte importante en su composición. Son colores concretos, de ahí su nombre; los auténticos quebrados son los complementarios.
Un vez que sepamos diferenciar bien los tipos de colores y los efectos que causan en las personas, sera mas fácil lograr combinarlos adecuadamente y y despertar el cierto interés de acuerdo a lo que nos proponemos en el día.
